a Nené.
No me acuerdo de nada,
excepto
que no tenía pezón
en el pechito izquierdo.
-Se me fue para dentro -dijo
(mentira de mujer),
aunque de veras
parecía un ombligo.
No me acuerdo de nada,
excepto
que era una ametralladora
y que no se podía meter basa.
-Fumé una sola vez -dijo
(hablando de la mariguana),
pero no me gustó :
me quedé muda.
No me acuerdo de nada,
excepto
que un día cualquiera
llegó con Roque Dalton
(justo antes
de su último viaje al Salvador)
y que tomamos vino
y nos habló de Hemingway.
No me acuerdo de nada,
excepto
que su cuerpo era tibio,
acogedor, muy suave,
y que un tiempo (no largo)
compartimos la senda
que bordea el abismo del amor,
cada uno por su lado.
Gabriel Rojo (2011)