lunes, 21 de julio de 2014

Patricio Guzmán Campos (1935-2014)

                                           "¡De compras y con viento!"



SANTIAGO.- El fotógrafo chileno Patricio Guzmán Campos, uno de los más destacados exponentes de la fotografía social chilena, falleció este lunes en Canadá, país en el que residía tras salir de Chile en 1973.

Guzmán, nacido en 1935, desarrolló la etapa más brillante de su carrera entre los años 50 y principios de los 70, cuando retrató la realidad del Chile de ese período. Desde entonces fue reconocido como uno de los máximos exponentes de la fotografía social local.

En esa vena colaboró con el fotógrafo Antonio Quintana, verdadero maestro de la fotografía social de la época, pero no fue con el único: Guzmán ofició como camarógrafo en las cintas "A Valparaíso" (1962) y "El tren de la victoria" (1964); también fue camarógrafo del documentalista holandés Joris Ivens.

Entre 1964 y 1967 trabajó con Domingo Ulloa y Roberto Montandón en el Laboratorio Central de Fotografía de la Universidad de Chile y fue uno de los fundadores del Cine Experimental. A esa institución estuvo ligado además por su trabajo en el Canal 9 de televisión.

Como fotógrafo, algunas de sus obras más reconocidas fueron los retratos que hizo al cantautor Víctor Jara, de cuyas imágenes más emblemáticas fue responsable.

Pero todo ese recorrido lo llevaría a un quiebre profundo con el Golpe Militar, obligándolo a dejar el país en 1974 con destino a Hungría, hasta radicarse en 1980 definitivamente en Canadá. Ayer falleció en Montreal.

Parte de su producción se encuentra reunida en el libro "Chile en la retina", que reúne trabajos correspondientes al período 1958-1973 y que fue editado por primera vez en 2010. Una segunda edición fue publicada en 2012.

Su última visita a Chile fue en mayo de este año, ocasión en que se reunió con los agentes de editorial LOM para afinar los detalles de publicación de un nuevo libro.

Dicho volumen, según confirmó la editorial, verá la luz en los próximos meses, posiblemente bajo el título "Aquellos domingos de la Quinta Normal". Junto con esto, se organizaría también una exposición retrospectiva en Santiago.





lunes, 9 de septiembre de 2013

Hipatia de Alejandría (370-415)

                                                           Hipatia de Alejandría




Hipatia nació en Alejandría, capital de la diócesis romana de Egipto, en el año 370 de nuestra era y murió en esa misma ciudad en el 415. Fue una filósofa y maestra neoplatónica griega que destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía, miembro y líder de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo V. Seguidora de Plotino, cultivó la lógica y las ciencias exactas, llevando una vida ascética. Educó a una selecta escuela de aristócratas cristianos y paganos que ocuparon altos cargos, destacándose entre ellos el obispo Sinesio de Cirene —que mantuvo una importante correspondencia con ella—, Hesiquio de Alejandría y Orestes, prefecto de Egipto en el momento de su muerte. Hipatia es la primera mujer matemática de la que tenemos un conocimiento razonablemente seguro y detallado. Escribió sobre geometría, álgebra y astronomía, mejoró el diseño de los primitivos astrolabios —instrumentos para determinar las posiciones de las estrellas en la bóveda celeste— e inventó un hidrómetro. 

El filósofo pagano del siglo VI, Damascio, afirmaba que "además de conseguir el grado más alto de la virtud práctica en el arte de enseñar, era justa y sabia, y se mantuvo virgen", dato confirmado por la Suda, una enciclopedia bizantina del siglo XI, que sin embargo añade que fue "esposa de Isidoro el Filósofo". El mismo Damascio refiere una anécdota que ilustra la actitud de Hipatia ante el sexo: cuando un discípulo le confesó que estaba enamorado de ella, la filósofa le arrojó un paño manchado con su sangre menstrual, y le dijo: "De esto estás enamorado, y no tiene nada de hermoso". 

De la madre de Hipatia no se tiene ningún registro pero se sabe que su padre, a quien ella adoraba, fue Teón de Alejandría, quien era un ilustre filósofo y matemático de esa época y que fue el maestro de Hipatia desde que ella fuera pequeña. Realmente Teón era una excepción y permitió que su hija se convirtiera en astrónoma, filósofa y matemática, cosa que era sumamente inusual en un sistema en el que las mujeres no tenían acceso a la educación. 

Teón quiso que Hipatia fuera, dicho en sus propias palabras: "un ser humano perfecto" y por ello vigiló muy de cerca la educación de su mente y de su cuerpo. Cuentan los biógrafos de Hipatia que desde muy temprano en la mañana ella dedicaba varias horas al ejercicio físico, después tomaba baños que la relajaban y le permitían concentrar la mente para dedicarse, el resto del día, al estudio de las ciencias, la música y la filosofía. Al parecer este riguroso entrenamiento consiguió su objetivo pues a decir de Sócrates Escolástico, historiador de Hipatia, 120 años después de su muerte: "la belleza, inteligencia y talento de esta gran mujer fueron legendarios, superó a su padre en todos los campos del saber, especialmente en la observación de los astros". 

Teón trabajaba en el Museo, institución dedicada a la investigación y la enseñanza que había sido fundada por Tolomeo, emperador que sucedió a Alejandro Magno, fundador de la ciudad de Alejandría. El Museo tenía más de cien profesores que vivían ahí y muchos más que asistían periódicamente como invitados. Hipatia entró a estudiar con ellos y aunque viajó a Italia y Atenas para recibir algunos cursos de filosofía se formó como científica en el Museo y formó parte de él hasta su muerte, llegando incluso a dirigirlo alrededor del año 400. 

Hipatia se dedicó, durante veinte años, a investigar y enseñar Matemáticas, Geometría, Astronomía, Lógica, Filosofía y Mecánica en el Museo. Ocupaba la cátedra de Filosofía platónica por lo que sus amigos y compañeros la llamaban "la filósofa". Ganó tal reputación que al Museo asistían estudiantes de Europa, Asia y África a escuchar sus enseñanzas sobre "la Aritmética de Diofanto" y su casa se convirtió en un gran centro intelectual. Citando nuevamente a Sócrates Escolástico: "Consiguió un grado tal de cultura que superó con mucho a todos los filósofos contemporáneos. Heredera de la escuela neoplatónica de Plotinio, explicaba todas las ciencias filosóficas a quien lo deseara. Con este motivo, quien deseaba pensar filosóficamente iba desde cualquier lugar hasta donde ella se encontraba... pero a más de saber filosofía era también una incansable trabajadora de las ciencias matemáticas". 

Hipatia se convirtió en una de las mejores científicas y filósofas de su época, erudita de un conocimiento que los cristianos identificaban con el paganismo y que por lo tanto perseguían. En 412 Cirilo, un cristiano fanático, se convirtió en patriarca de Alejandría y se desarrolló una intensa hostilidad entre él y Orestes, prefecto romano de Egipto, antiguo alumno y viejo amigo de Hipatia. Poco después de asumir el poder, Cirilo empezó a perseguir a los judíos, a quienes echó de la ciudad a millares. Luego, a pesar de la vehemente oposición de Orestes, se dedicó a expulsar a los neoplatónicos. Haciendo caso omiso de los ruegos de Orestes, Hipatia se negó a renunciar al conocimiento griego, a la filosofía y a la ciencia que por más de veinte años había aprendido y enseñado en el Museo y no quiso convertirse al cristianismo. Los cristianos quemaron y destruyeron todos los templos y centros de saber griegos, persiguieron a todos los académicos del Museo, obligándolos a convertirse. 

En la cuaresma, en marzo del 415, acusada de conspirar contra el patriarca de Alejandría, Cirilo, Hipatia fue asesinada. Un grupo de fanáticos, dirigidos por un lector de nombre Pedro, se abalanzó sobre su carruaje mientras regresaba a su casa, la golpearon y arrastraron por toda la ciudad hasta llegar al Cesáreo, magno templo edificado por Augusto tras su victoria sobre Marco Antonio y convertido en catedral de Alejandría. Allí, la desnudaron, y la golpearon con tejas hasta descuartizarla. Sus restos fueron paseados en triunfo por la ciudad hasta llegar a un lugar denominado el Cinareo (el Crematorio), donde los incineraron.


Antonio Barnés Vázquez




domingo, 14 de julio de 2013

Winétt de Rokha (1892-1951)

                                                       Luisa Anabalón Sanderson



                                         RUEDA DE FUEGO SIN LÁGRIMAS

  
                                         Era el tiempo inmóvil de la flor del jacinto;
                                         (cuando yo era como las manzanas). 
  
                                         Y tú viniste, como todas las cosas,
                                         que se encienden en el universo: 
                                         las tempestades, las sombras de la vida. 
  
                                         Y sin embargo... 
                                         venía tan nueva la composición de caminos de bronce
                                         que andabas edificando. 
  
                                         Mirándote me conocí, amándote,
                                         oh! amándote encontré el evangelio 
                                         de mi alma, ya cansada antes de ser. 
  
                                         Y sigo inquiriendo, y sigo esperando
                                         arrancar de tu espíritu la razón de mi angustia; 
                                         sabiendo que me has dado todo lo que trajiste de la muerte,
                                         sabiendo que defines mis pupilas de carbón de piedra,
                                         sabiendo "que moriré llamándote"...

                                         Winétt de Rokha ~ Cantoral                                        




Pablo de Rokha (1894-1968)

                                        Carlos Díaz Loyola


                                        Ay amiga, mi amiga, tan amiga...




sábado, 18 de febrero de 2012

Jamgon Kongtrul III (1954-1992)



« Para deshacerse de malos hábitos hay que desarrollar buenos hábitos.
Sólo un ninja puede vencer a otro ninja. »

Jamgon Kongtrul Rinpoché



martes, 25 de octubre de 2011

Un borracho se murió



Mi vida y un borrá,
un borracho se murió,
allá va, allá va, allá viene
y dejó en su testamento,
allá va, allá va, allá viene
y dejó en su testamento:
Querida y que lo entié,
que lo entierren en la viña,
allá va, allá va, allá viene
para chupar el sarmiento.
Mi vida y un borrá,
un borracho se murió.
Entre Enero y Febrero,
ay, ay, pisan las uvas,
y entre Marzo y Abril,
ay, ay, ya están en cubas.
Ya están en cubas, sí,
ay, ay, vamos bailando,
porque a orillas del Maipo,
ay, ay, ya están mosteando.
Ya están mosteando, sí,
ay, ay, uvas pisando.

Cueca tradicional



sábado, 22 de octubre de 2011

Occupy Wall Street - New York 2011



"No  AFeRrarse Es no dar Libre cuRSo A La agresIón."


Chögyam Trungpa

C

sábado, 15 de octubre de 2011

Chögyam Trungpa

"La mala noticia
es que estamos cayendo en el vacío, 
sin nada de que agarrarnos,
sin paracaídas.
La buena
es que tampoco hay suelo."


martes, 11 de octubre de 2011

Pueblo Mapuche - Chile 2011



"El Sol que nace eternamente nunca nos abandona"


Chögyam Trungpa


jueves, 6 de octubre de 2011

Steve Jobs (1955-2011)

                                           Steve Jobs


                      "La muerte es probablemente la mejor invención de la vida."